miércoles, 11 de diciembre de 2013

Las Tierras Comunes

Pagina 279 al 280 del Libro IMPERIO de Michael Hardt y Antonio Negri

A lo largo de todo el periodo moderno se produjo un movimiento continuo hacia la privatización de la propiedad publica. En Europa, las grandes extensiones de tierras creadas como consecuencia de la desintegración del Imperio romano y el ascenso de la cristiandad fueron transferidas finalmente a manos privadas en el curso de la acumulación primitiva capitalista. En todo el mundo, lo que queda de los vastos espacios públicos es hoy nada mas que materia de leyendas: El bosque de Robin Hood, las grandes planicies de los amerindios, las estepas de las tribus nómadas y muchos otros.Durante la consolidación de la sociedad industrial, la construcción y la destrucción de los espacios públicos se desarrollo en un espiral siempre creciente. Es verdad que cuando hubo necesidad de acumulación (para poder fomentar una aceleración o un salto en el desarrollo, para concentrar y movilizar los medios de producción o para hacer la guerra, entre otros motivos), la propiedad publica se expandió expropiando amplios sectores de la sociedad civil y transfiriendo riquezas y propiedades a la colectividad. Sin embargo, las manos privadas pronto volvieron a apoderarse de esa propiedad publica. En cada proceso, la posesión comunal, considerada natural , se transformo, a expensas publicas, en una segunda y una tercera    naturaleza que finalmente funciona en favor del provecho privado. Por ejemplo, se creo una segunda naturaleza, al construir presas en los grandes ríos del oeste estadounidense e irrigar los valles seco, y luego esta nueva riqueza fue a parar    a las manos de los magnates de los negocios agrícolas, el capitalismo pone en marcha un ciclo continuo de reapropiacion privadas de los bienes públicos: la expropiación de lo que es común.
El ascenso y la caída del Estado benefactor registrados durante el siglo XX  es un ciclo mas de esta espiral de apropiaciones publicas y privadas. La crisis del Estado providente significo principalmente que las estructuras de asistencia y distribución publicas, que se habían construido con fondos públicos, fueran privatizadas y expropiadas para que el sector privado obtuviera ganancias. La actual tendencia neo liberal a la privatización de los servicios de energía y comunicaciones es otra curva de la espiral que consiste en asignar a los negocios privados  las redes de energía y comunicación construidas con enormes desembolso de los dineros públicos. Los regímenes de mercado y el neoliberalismo sobreviven en virtud de estas apropiaciones de segunda, tercera y enésima naturaleza. Las tierras comunes, que alguna vez se consideraron la base del concepto de lo publico, se expropian y transfieren a manos privadas y nadie puede elevar un dedo en contra. Lo publico que así, disuelto, privatizado, incluso como concepto. O, en realidad la relación inmanente entre lo publico y lo común es remplazada por el poder trascendente de la propiedad privada.
No es nuestra intención ponernos a lamentar aquí la destrucción y la expropiación llevada continuamente a cabo por el capitalismo en todo el mundo, aun cuando resistirse a su fuerza ( y, en particular, resistir a la expropiación del Estado providente) sea por cierto una tarea importante y eminentemente ética. Antes bien, queremos preguntar cual es la noción operativa de lo común en nuestros días, en medio de la posmodernidad, la revolución de la información y las consecuentes transformaciones de la producción. En realidad, hoy nos parece que participamos de una comunidad mas radical y profunda que la que se haya experimentado nunca antes en la historia del capitalismo. Nuestra realidad económica y social se define menos en virtud de los objetos materiales que se fabrican y consumen que a través de los servicios y las relaciones  coproducidas.  Producir significa cada vez mas construir cooperación y comunidades cooperativas. En la nueva situación,el concepto mismo de propiedad privada, entendido como el derecho exclusivo a usar un bien y y disponer de toda la riqueza que derive de su posicion, tiene cada vez, menos sentido. En este nuevo marco, hay cada vez menos bienes que pueden ser poseidos y usados de manera exclusiva, es la comunidad la que produce y la que, al producir, se reproduce y se redefine a si misma. El fundamento de la concepción moderna clásica de propiedad privada ha quedado hasta cierto punto disuelto en el modo posmoderno de producción.
Alguien podría objetar, sin embargo, que esta nueva condición social de producción no ha debilitado en modo algunos los regímenes   jurídicos y políticos de la propiedad privada. La crisis conceptual de la propiedad privad no se traslada a una crisis en la practica y, en cambio, el régimen de expropiación privada tiende a aplicarse universalmente. Esta objeción seria valida si no fuese porque, en el contexto de la producción lingüística y cooperativa, el trabajo y la propiedad comun tienden a superponerse. La propiedad privada, a pesar de sus poderes jurídicos , no puede evitar convertirse en un concepto cada vez mas abstracto y trascendental y, por consiguiente, cada vez mas desconectado de la realidad.
Una nueva nocion de las Tierras comunes habrá de emerger en este terreno. En ¨Que es la filosofía?Deleuze y Guattari afirman que en la era contemporánea y en el contexto de la producción comunicativa e interactiva, la construcción de conceptos no es solo una operación epistemologica, sino también un proyecto ontológico. Construir conceptos y lo que estos autores llaman nombres comunes es en realidad una actividad que combina la inteligencia y la acción de la multitud y la hace trabajar en conjunto. Construir conceptos significa hacer realidad un proyecto que es un comunidad. No hay otra manera de construir conceptos que no sea trabajando en común . Esta comunidad es, desde el punto de vista de la fenomenología de la producción, desde el punto de vista de la epistemologia del concepto y desde el punto de vista de la practica, un proyecto en el que la multitud esta incluida plenamente. Las tierras comunes son la encarnación, la producción y la liberación de las multitudes. Rousseau decía que la primera persona que quiso obtener una porción de la naturaleza para que fuera de su exclusiva posesión y la transformo en la forma trascendente  de la propiedad privada fue quien invento el mal. El bien, por el contrario, es lo común. 

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