Guaidó otro gusano que va la gusanera de Miami
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Tenía que terminar de huir a donde terminó huyendo: a la Gusanera de Miami.
Es que no es para nada casual que Miami haya sido bautizada por lo cubanos que viven, y se quedaron a defender su revolución de la agresión yanqui, como la "gusanera", pues es allí donde van a parar todos los arrastrados pro yanquis que optan por dejar su patria para ser provocadoramente prohijados por los norteamericanos, quienes no soportan tener una revolución triunfante en sus narices hace 63 años atrás, y a la que no dejan de atacarla.
Así ocurrió con aquellos cubanos, quienes después del triunfo de la Revolución huyeron a Miami a continuar desarrollando las actividades mafiosas que desarrollaban en la Cuba de Batista; convertida entonces como un gigantesco burdel que la controlaban principalmente mafias norteamericanas; al márgen de dedicarse a tratar de derrocar la Revolución desde allí.
Son célebres los casos en los que la peor gente que huyó de Cuba hacia Miani, vivieron protegidos por las distintas administraciones de gobierno de los EE.UU., como el caso del terrorista Luis Posada Carriles autor material del atentado terrorista contra un avión de Cubana de Aviciación en 1976, que como resultado del mismo murieron 73 personas. Este terrorista vivió protegido por los todos los gobiernos norteamericanos hasta morir impune el 2018.
Y es que no es sólo porque Miami esté en frente de Cuba, a poco más de 400 km., que es donde van directamente a parar quienes huyen de la isla; sino que lo hacen porque Miami se ha convertido en una gigantesca gusanera donde los prohijan y proyectan políticamente también a los "golden boys", a quienes como Guaidó los tratan de mostrar al resto del mundo como un líder extraordinario.
Claro que el caso de Guaidó no es el mismo que el de los gusanos cubanos que huyen de Cuba a ese territorio, pues Juan Guaidó no es cubano sino venezolano. Pero además que Guaidó no es cualquier venezolano que dejó su país, como los miles que vemos deambular por varios países latinoamericanos, quienes en vez de permanecer en su patria para defenderla de la agresión yanqui, que nuevamente y por 8vo año consecutivo, ésta vez Biden -tal cual hizo Obama y Trump- la vuelto a declarar una "amenaza para EE.UU"- optan por ababdonar su país; sino que el caso de Juan Guaido es el de un político que cuenta con cierto apoyo en Venezuela.
Y es que cuando digo que Guaidó no es cualquier venezolano, es porque a parte de ser político e ingeniero industrial venezolano, fue diputado nacional por el estado Vargas y dirigente del partido Voluntad Popular., hasta el 5 de enero de 2019; fue designado como jefe del parlamento venezolano, y "presidente encargado" de ese país, y hasta reconocido por el extinto Grupo de Lima o la Unión Europea como tal, luego de un lobby realizado por los halcones de la casa blanca: Eliot Abrahams y John Bolton del gobierno de Trump con el parlamento venezolano de entonces, controlado por la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), para dotarle de legitimidad a su golden boy.
Después de aquellos intentos por revivir a la oposición venezolano, que en algún momento hasta cobró algo de vigencia; a la forma en la que acaba de huir, es tal cual el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello afirma: "Hace poco lo escuchamos decir a Guaidó: 'Maduro pon la fecha' y de 'Maduro pon la fecha' a la carrera, a huir como los cobardes".
Es decir que lo único que confirma este trasnochado experimento llamado Guaidó, es que no era más que un ídolo con pies de barro; y que tal como todo gusano que es, está acabando sus días tal cual lo hacen gusanos revolcándose en el barro pantanoso de Miami.
Rolando Prudencio Briancon
Abogado
