miércoles, 14 de octubre de 2015

Felix Guatari: Las tres ecologias

https://docs.google.com/document/d/1tz7HSMjDp8rf9XOS9CQEPesekpJKMc1GYe3Gm50VN20/edit?pli=1

Guattari: las tres ecologías
Algunos términos utilizados con frecuencia  por Guattari
1.Formación de Poder: conjunto de relaciones entre los humanos, las cosas y las instituciones que producen dominación, captura de los flujos de deseo (ver 4-), territorialización de los eventos
2-Socius: la sociedad inscrita en su espacio material es transformable a lo largo de vectores sociales por medio de acciones microscópicas que se propagan en su seno.
3-Máquinas de guerra revolucionarias: organizaciones temporarias de una puesta en movimiento social.
4-Agenciamiento de deseo: vivimos en unos flujos de deseo infinitamente numerosos, que se pueden diferenciar,  y que, para cada ser,  se articulan según una singularidad perceptible. Cualquier ser dotado de una consistencia subjetiva, de una capacidad de acción, es un Agenciamiento de deseo, seres individuales, incluidos los animales y plantas y también los seres colectivos.
5-Maquínica: un dispositivo semiótico  transforma el Agenciamiento de deseo, cambiando la orientación de los flujos, articulándoles de otra manera, transformando las variaciones de deseo a otra escala.
6-Semiótica: un dispositivo semiótico opera desde unas representaciones, conduce su acción innovadora y transformadora hasta el nivel de las formas de expresión: creación artística, intelectual, técnica.
7-Sistema de sometimiento mecánico: un sistema que crea unos automatismos de repetición como, por ejemplo, los que inculca el sistema educativo.
8-Palmpsesto: pergamino antiguo parcialmente borrado sobre el cual se vuelve a escribir. Guattari habla de acumulación de signos, de las interferencias entre lo que está escrito y el nuevo mensaje que añade sentido. Así se hace posible sacar nuevas líneas de deseo desde esta acumulación de signos.
9-Rizoma: crecer en todas las direcciones, pasar de un medio a otro y volver, rechazar el sentido único de las formaciones de poder.
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Ecosofía
El texto de Guattari se sitúa dentro de la "ecosofía", movimiento de la ecología que  inscribe el humano como parte insertada en la totalidad y no en la cumbre de una supuesta jerarquía de los seres vivos. Es una visión que acaba con la perspectiva antropocentrista y que aproxima el humano a lo que tiene que ser la ética medioambiental: no se permite aprovechar sin límite los recursos naturales.


Podemos traducir la  palabra "ecosofía" –de oïkos y sophia en griego –por "sabiduría del hábitat, constitución para cada uno de su propio medio". Contiene una perspectiva en cuanto a la vida social que consiste, para Felix Guattari, en reintegrar en la ecuación política, la polis,  la complejidad de los individuos, de sus deseos y sus sueños. Las necesidades y aspiraciones del humano, a veces difusas,  sus iniciativas,   han de ser interpretadas y traducidas en proposiciones.
En su artículo "Los ecosistemas como laboratorios", Glenda Dimuro Peter asocia a Guattari el término "ecosofía": Félix Guattari creó el término “ecosofía” para desarrollar prácticas específicas para modificar y a reinventar las formas de ser. Reconstruir literalmente el conjunto de las modalidades del ser-en-grupo no solamente en acciones de comunicación sino a través de intervenciones en el propio ser, mutaciones existenciales, como objeto de la esencia de la subjetividad. Este concepto es establecido como respuesta a las formaciones políticas y ejecutivas que se muestran poco eficaces de comprender la problemática en el conjunto de sus intervenciones.
En una entrevista realizada en 1991 y publicada en 1996 en la revista Chimères, Guattari dice que el término "ecología" contiene unas realidades heterogéneas. Ante todo, es una ciencia de ecosistemas sin contornos delimitados ya que toma en cuenta tanto a la biosfera como a los ecosistemas sociales, urbanos o familiares. Pero la ecología es también un fenómeno de opiniones que corresponden a unas sensibilidades variadas: conservadoras, hasta reaccionarias
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Ver textes de guattari p.11









Las iniciativas
Pero lo social también tiene que ser reintegrado en la polis en función de sus transformaciones por  las distintas acciones microscópicas que se propagan en su seno. Se puede hablar de una subjetividad de la sociedad, localmente o mundial, Esta subjetividad es la energía brotando bajo la chapa de las jerarquías y de los conformismos. Es imprevisible, frágil y eficaz como la vida misma. La realidad del sistema político jerarquizado actualmente vigente en la totalidad de las sociedades  hace que la transmisión de las proposiciones e iniciativas de individuos y de sociedades necesita de un  “grupo de sujetos”  que tiene como función presionar el sistema, actuar sobre los individuos elegidos o los funcionarios que gestionan los  organismos de gobiernos nacionales e internacionales.
Grupos de sujetos
Este grupo transmisor no puede no puede tener una subjetividad propia: tiene que ser lo suficientemente fluido y no jerárquico para percibir fuera de sí mismo las señales que brotan. Cuando no se tiene la potencia instituida, se puede tener la fuerza de percepción y de interpretación. Dice el filosofo italiano Franco Berardi en una conversación con Guattari: « Estamos frente a una alternativa: o llegamos a pensar el problema en el interior de la subjetividad de la nueva sociedad, o seguimos considerando que releva del sólo gobierno político y, entonces, hemos perdido».
Sobre el concepto “grupos de sujetos” ver en la web "Traficantes de sueños" (micropolíticas de los grupos- Para una ecología de las practicas colectivas).
El planteamiento ético-estético de Guattari
A partir de esta puesta en evidencia de la subjetividad,  tanto individual como social, en sus movimientos, deseos, iniciativas y tomando en cuenta la fuerte componente técnico científico del sistema, Guattari plantea las tres ecologías: tengo la convicción de que la cuestión de la enunciación subjetiva se planteará cada vez más a medida que se desarrollen las máquinas productoras de signos, de imágenes, de sintaxis, de inteligencia artificial... Eso significa una recomposición de las prácticas sociales e individuales que yo ordeno según tres rúbricas complementarias: la ecología social, la ecología mental y la ecología medioambiental, y bajo la égida ético-estética de una ecosofía.
La fragmentación, la compartimentación,  se encuentran fortalecidas por los medios de comunicación que se niegan a enfrentarse  con la visión global "menta, social, medioambiental", una negativa que  confina a una empresa de infantilización de la  opinión y de neutralización destructiva de la democracia. Para Guattari,  la urgencia ético-estética ha sido puesta en evidencia desde Chernóbil y el Sida que nos han revelado brutalmente los límites de los poderes técnico-científicos de la humanidad y las «sorpresas» que puede reservarnos la «naturaleza». Sin duda alguna, se impone una responsabilidad y una gestión más colectiva para orientar las ciencias y las técnicas hacia finalidades más humanas. No podemos abandonarnos ciegamente a los tecnócratas de los aparatos de Estado para controlar las evoluciones y conjurar los peligros en esos dominios, regidos, en lo esencial, por los principios de la economía del beneficio.
Capital Mundial Integrado. Ver Textos de guattari
Felix Guattari lo define así:
Se puede definir el capitalismo contemporáneo  como CMI porque  su tendencia es que no se le escape ninguna actividad humana en el planeta. Se puede considerar que ya ha colonizado todas las superficies del planeta y que, en el presente, su expresión concierne esencialmente las nuevas actividades  que pretende controlar y sobre-codificar.
Este doble movimiento de extensión geográfica –que se cierre sobre sí mismo –y de expansión molecular proliferante es correlativo a un proceso general de desterritorialización. El CMI no respecta ni las territorialidades existentes, ni los modos de vida tradicionales, ni los modos de organización social de los conjuntos nacionales que, al día de hoy, funcionan mejor.


Utiliza sus propios fundamentos, su propia "axiomática" (en un sentido opuesto a "programática") para recomponer los sistemas de producción y los sistemas sociales. En otros términos, no hay en el CMI un programa definido de una vez por todas: puede siempre, en caso de crisis o de dificultad imprevista, añadir  o restar axiomas  funcionales. después de una guerra mundial o de una crisis como la de 1929  ciertas formas capitalistas parecen caerse para renacer bajo otras formas u otros fundamentos.
Esta desterritorialización y esta recomposición permanentes conciernen tanto a las formaciones de poder como a los modos de producción.  Guattari trata del CMI desde los tres aspectos siguientes:
-sus sistemas de producción, de expresión económica y de axiomatización del socius
-las nuevas segmentaciones que el CMI desarrolla al nivel transnacional o en el marco europeo pero también en el nivel molecular.
-y por fin, desde el ángulo de las máquinas de guerra, de los Agenciamientos de deseo y las luchas de clases.  
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Las tres ecologías: un resumen
en “Las tres ecologías”,  Félix Guattari nos invita a asociar más profundamente los tres conceptos de la ecología: mental, social, medioambiental y considerar esta reconceptualización  desde un punto de vista ético. La actitud ecosófica consiste a llevar la ecología más allá de una relación justa y harmoniosa con la naturaleza. Conviene reexaminar la relación del individuo con su subetividad, cuestionar las subjetividades que fomentan los medios de comunicación con una evidente fragmentación entre asalariados, los marginales, las élites… preguntarse sobre las formaciones de poder en las tres ecologías.   Aquí se trata de buscar unos caminos alternativos al Capital Mundial Integrado y a la primacía de la perspectiva tecnocrática que se expresa en el imperio del mercado mundial.  Este último  adjudica igual valor a los bienes materiales, culturales y naturales. El Capitalismo Mundial Integrado, vive una gran paradoja: por un lado el potencial técnico-científico de la sociedad mundial puede ser suficiente como  para superar las diferencias sociales y económicas entre  regiones y también localmente, por otro, la imposibilidad operativa del mismo se hace patente en las inequitativas relaciones norte-sur,  en el crecimiento de un tercer mundo dentro  de los países desarrollados  y en la concentración cada vez más peligrosa de los centros de poder.
Examinamos aquí algunos párrafos de "Las tres ecologías".
Las profundas transformaciones técnico-científicas de nuestras sociedades engendran un desequilibrio ecológico que amenaza a corto plazo la biología del planeta.
La complejidad cada vez mayor de los contextos sociales, económicos e internacionales representa un desafío que tiende, cada año más,  a pasar al primer plano. Para Guattari, sólo  una articulación ético-política que yo llamo ecosofía entre los tres registros ecológicos, el del medio ambiente, el de las relaciones sociales y el de la subjetividad humana, sería susceptible de clarificar convenientemente estas cuestiones.


Nuestras sociedades se caracterizan, dice el autor, por
-una tendencia a la homogeneización y la infantilización de los individuos  manipulados por "la producción de subjetividad colectiva de los medios de comunicación": … La relación de la subjetividad con su exterioridad ya sea social, animal, vegetal, cósmica se ve así comprometida en una especie de movimiento general de implosión y de infantilización regresiva. La alteridad tiende a perder toda aspereza. El turismo, por ejemplo, se resume con frecuencia a un viaje in situ en el seno de las mismas redundancias de imágenes y de comportamiento.
-una incapacidad de aprensión de las distintas implicaciones del problema por parte de las formaciones políticas: la toma de consciencia parcial de los peligros más llamativos que amenazan el entorno natural de nuestras sociedades, en general se limitan a abordar el campo de la contaminación industrial, pero exclusivamente desde una perspectiva tecnocrática. El sistema político favorece una economía del beneficio y de relaciones de poder y de competitividad. Guattari toma como ejemplo las tutelas económicas que pesan sobre el Tercer Mundo y que conducen a algunas de sus regiones a una pauperización absoluta e irreversible. Señala también  el riesgo que conlleva tales perspectivas en cuanta al riesgo nuclear como por ejemplo en países como Francia donde la proliferación de centrales nucleares hace que una gran parte de Europa tenga que soportar el riesgo que conllevan posibles accidentes del tipo Chernóbil. Por no hablar del carácter casi delirante del almacenamiento de miles de cabezas nucleares que, al menor fallo técnico o humano, podrían conducir de forma mecánica a una exterminación colectiva


Consecuencias de la mecanización: El monstruoso sistema de «estimulación» del Capitalismo Mundial Integrado.
La revolución informática en marcha y la aceleración de las mutaciones técnico-científicas desmultiplican el desarrollo del trabajo mecánico en un contexto de crecimiento demográfico considerable. El tiempo de actividad propio a cada individuo se libera cada vez más de una productividad manufacturada que, por su parte,  sigue creciendo. Pero   ¿con qué fin? se pegunta Guattari: ¿El del paro, la marginalidad opresiva, la soledad, la ociosidad, la angustia, la neurosis,…la exacerbación de los fenómenos de integrismo religioso… o bien el de la cultura, la creación, la investigación, la reinvención del entorno, el enriquecimiento de los modos de vida y de sensibilidad?
En cada uno de estos ejemplos aparece la misma denuncia de los modos dominantes de valoración de las colectividades humanas, a saber:
1) el del imperio de un mercado mundial que lamina los sistemas particulares de valor, que sitúa en un mismo plano de equivalencia: los bienes materiales, los bienes culturales, los espacios naturales, etc.;
2) el que sitúa el conjunto de las relaciones sociales y de las relaciones internacionales bajo el dominio de las máquinas policiales y militares. En esta doble pinza, los Estados ven cómo su papel tradicional de mediación se reduce cada vez más, y a menudo se ponen al servicio conjugado de las instancias del mercado mundial y de los complejos militaroindustriales.
Para Guattari el Capitalismo Mundial Integrado ha puesto en marcha un monstruoso sistema de "estimulación": cita los centros de híper-explotación que son Hong-Kong, Taiwán u otros potencias emergentes. Añade que este principio de "estimulación" genera en los países desarrollados desesperación con la instauración de zonas crónicas de paro y de una marginalización de una parte cada vez mayor de los jóvenes, de los viejos, de los trabajadores «parcializados», devaluados, etc… mientras la miseria y el hambre ilusoriamente compensada por las ayudas internacionales se instalan a largo plazo en  inmensas zonas de miseria, de hambre y de muerte.


La paradoja:
Por un lado,  el desarrollo de la ciencia y de las tecnologías asociadas tienen un potencial muy probablemente suficiente como para resolver los problemas ecológicos y también para encontrar los justos reequilibrios de las actividades realmente útiles para la sociedad humana en adecuación con su medio.
Por otro lado, constatamos la incapacidad de las diferentes fuerzas organizadas por esta sociedad humana para ampararse de  este potencial para hacerlo operativo.
Y, sin embargo, uno puede preguntarse si esta fase paroxística de laminación de las subjetividades, de los bienes y de los entornos, no está abocada a entrar en una fase de declive. Por todas partes surgen reivindicaciones de singularidad.


Fragmentación, descentramiento, antagonismos, procesos de singularización
Guattari cita los principales fenómenos sociales relacionados con las reivindicaciones de singularidad:
- Las  reivindicaciones nacionalistas: ayer todavía marginales, ocupan hoy en día cada vez más el primer plano de las escenas políticas.
- La  emergencia de nuevas potencias industriales con su consecuente necesidad de singularizarse de los viejos modelos.
-Esta especie de tercer mundialización interna en los países desarrollados, que a su vez va unida a una exacerbación de las cuestiones relativas a la inmigración y al racismo. Que nadie se engañe, la gran confusión a propósito de la unificación económica de la Comunidad Europea no frenará en modo alguno ese tercer mundialización de zonas considerables de Europa. Conviene notar aquí la calidad del análisis de Guattari con respecto a la creación de la zona euro en la Unión Europea.  
-La condición de la mujer a escala planetaria y las relaciones hombre/mujer son el motor de una revolución subjetiva rampante frente al auge de los integrismos religiosos y en la urgente necesidad de acabar con las injusticias.
Cómo responder:
Guattari plantea una respuesta con dos vertientes: político-social y cultural. Se trata de realizar una autentica revolución a escala planetaria política, social y cultural que reoriente los objetivos de la producción de los bienes materiales e inmateriales. Es una revolución no sólo en los campos de relaciones de fuerza materiales muy visibles como la competitividad, la repartición de las riquezas energéticas , las materias primas, etc… pero también en el campo de la subjetividad como la inteligencia, la sensibilidad o el deseo.
Una misma intención ético-política atraviesa los problemas del racismo, del falocentrismo, de los desastres legados por un urbanismo pretendidamente moderno, de una creación artística liberada del sistema del mercado, de una pedagogía capaz de inventar sus mediadores sociales, etc. Esta problemática es, a fin de cuentas, la de la producción de existencia humana en los nuevos contextos históricos.


La ecosofía social consistirá, pues, en desarrollar prácticas especificas que tiendan a modificar y a reinventar formas de ser en el seno de la pareja, en el seno de la familia, del contexto urbano, del trabajo, etcétera. Por supuesto, sería inconcebible pretender volver a fórmulas anteriores, que corresponden a períodos en los que a la vez la densidad demográfica era más débil y la densidad de las relaciones sociales más fuerte que en la actualidad. Pero se tratará de reconstruir literalmente el conjunto de las modalidades del ser-en-grupo…  no nos limitaremos a recomendaciones generales, sino que emplearemos prácticas efectivas de experimentación tanto a los niveles microsociales como a mayores escalas institucionales.


Por su parte, la ecosofía mental se verá obligada a reinventar la relación del sujeto con el cuerpo, el fantasma, la finitud del tiempo, los «misterios» de la vida y de la muerte. Se verá obligada a buscar antídotos a la uniformización «mass-mediática» y telemática, al conformismo de las modas, a las manipulaciones de la opinión por la publicidad, los sondeos, etc. Su forma de actuar se aproximará más a la del artista que a la de los profesionales «psy», siempre obsesionados por un ideal caduco de cientificidad.
… sí no se produce una rearticulación de los tres registros fundamentales de la ecología, desgraciadamente se puede presagiar el ascenso de todos los peligros: los del
racismo, del fanatismo religioso, de los cismas nacionalitarios que tienden hacia nuevas posturas reaccionarias, los de la explotación del trabajo de los niños, de la opresión de las mujeres...
Implicaciones de una perspectiva ecosófica de este tipo sobre la concepción de la subjetividad
No basta pensar para ser, como dice Descartes: conviene reexaminar la relación entre el individuo y su subjetividad. El pensamiento, cuando intenta aprehenderse a sí mismo, se pone a girar como una peonza loca. Mi pensamiento no puede abarcar los diversos componentes de mi subjetividad que implican, por ejemplo, mi pertenencia a un grupo social, un conjunto socio=económico, cultural, un sistema técnico de máquinas informática: así, la interioridad se instaura en el cruce de múltiples componentes relativamente autónomos los unos en relación con los otros y, llegado el caso, francamente discordantes.
Vemos desarrollarse  la expansión prodigiosa de una subjetividad asistida por ordenador… y conviene no olvidar el teledirigismo y la formación del individuo dentro de un sistema de clases sociales y de jerarquías institucionales. No podemos forjar nuevos paradigmas… de inspiración ético estética sin deshacernos de todas estas referencias cientistas o jerárquicas. Guattari precisa lo que entiende por paradigmas éticos y esteticos en el ámbito “psi” o en la educación: Al invocar paradigmas éticos, fundamentalmente quisiera señalar la responsabilidad y el necesario «compromiso» no sólo de los operadores «psy», sino también de todos aquellos que están en posición de intervenir sobre las instancias psíquicas individuales y colectivas (a través de la educación, la salud, la cultura, el deporte, el arte, los medios
de comunicación, la moda, etc.). Éticamente es insostenible refugiarse, como esos operadores hacen a menudo, en una neutralidad transferencial supuestamente basada en un dominio del inconsciente y en un corpus científico. De hecho, el conjunto de los dominios «psy» se instala en la prolongación y en interfase con los dominios estéticos. Al insistir sobre los paradigmas estéticos, quisiera señalar que, especialmente en el registro de las prácticas «psy», todo debería ser continuamente reinventado, habría que partir de cero, de lo contrario los procesos se fijan en una repetición mortífera


…De la misma manera, cada institución de tratamiento, de asistencia, de educación, cada cura individual debería tener como preocupación permanente hacer evolucionar tanto su práctica como sus andamiajes teóricos.

Felix Guattari concluye con este programa de acción todavía muy de actualidad: las tres ecologías deberían concebirse, en bloque, como dependiendo de una disciplina común ético-estética y como distintas las unas de las otras desde el punto de vista de las prácticas que las caracterizan. Sus registros dependen de lo que yo he llamado una heterogénesis, es decir, de procesos continuos de resingularización. Los individuos han de devenir a la vez solidarios y cada vez más diferentes. (Lo mismo sucede con la resingularización de las escuelas, de los ayuntamientos, del urbanismo, etc.). La subjetividad, a través de las vías transversales, se instaura conjuntamente en el mundo del medio ambiente, de los grandes Agenciamientos sociales e institucionales y, simétricamente, en el seno de los paisajes y fantasmas que habitan las esferas más íntimas del individuo. La reconquista de un grado de autonomía creadora en un dominio particular reclama otras reconquistas en otros dominios. Hay que forjar toda una catálisis de la recuperación de confianza de la humanidad en sí misma, paso a paso, y a veces a partir de los medios más minúsculos. Como este ensayo, que desearía, aunque sea modestamente, poner freno a la grisalla y la pasividad dominantes.