sábado, 7 de mayo de 2016

Clases de Ciencias Sociales y tarea frutas consumidas por los Guaranies

Ayer estaba realizando con mi hijo de 9 años la tarea de investigar ciertas frutas consumidas por los nativos guaraníes y en vías de extinción como ser: Aguai, aratiku, sapoti, Ybapuru, Guavira, Guaviju.

Y me encontre con este artículo que no puedo dejar de compartir porque la cibilizacion guaraní guarda tantos conocimientos que nos permitir a dese tendremos de vivo esclavizado de un sistema mercado capital que en vez de curarnos nos enferman y destruyen nuestro habitar y a todos los seres vivos con su ciencia tecnología al servicio deuna logica dominante excluyente e injusta.


y dice asi:


          Los Guaraníes y las Plantas
Fruta Sapoti:

Los Guaraníes conocieron las Plantas de efectos narcóticos, alucinógenos, euforizantes y entorpecientes. Ello se desprende de los textos de botánica guarani, de estudios sobre la cultura de dicha etnia así como de los ñe'egueriru o diccionario del idioma guarani.

El profesor Dr. Dionicio González Torres en su Obra Cultura Guaraní (1) dedica al tema un importante ilustrativo capítulo el mismo se titula "Plantas psicotrópicas y entorpecientes usada por los guaranies y en el detalla una increíble variedad.
Plantas que él  denomina Psicotrópicas, conservando, la acepción que actualmente tienen en medicina y farmacología, esto es, sustancias que "actúan sobre la función, laconducta o la experiencia psiquica".
La rica y basta flora americana recoge en su seno todo tipo de sustancias psicoactivas.

                   La sola cultura guarani conocía  y conoce una cantidad tan considerable de ellas sin que haya usado jamaz dicho saber peligroso en forma nociva para el normal desarrollo de su vida Social, familiar, e incluso individual. Cercados por el hechizo de verdaderos paraísos artificiales nunca han relajado la austeridad de sus costumbres ni han depravado su moral con el uso indebido de tales plantas, que para ellos se circunscriben al campo terapéutico, medicinal o religioso-ritua. Ello prueba a su vez, que es la desintegración de los valores éticos de la sociedad, su cambio de principios y la estrategia de su filosofía materialista los que realmente permiten mutaciones aberrantes en la conducta de los pueblos y de los hombres.

Genocidio del Paraguay

https://youtu.be/w6sUAmIfLf4

jueves, 5 de mayo de 2016

Trabajo, Consumismo y nuevos pobres de Zygmunt Bauman

Después de mucho tiempo y considerando los últimos acontecimientos acaecidos en Paraguay que me llenan de energía y esperanza en un Paraguay mejor, creo que valió la pena tanto esfuerzo de escribir y leer, lo que mi amigo chileno Luis Salas, gentilmente y gratuitamente me comparte, los libros de sociologia, y con quien coincido en su búsqueda de un mundo en libertad para todas y todos los seres humanos. Un mundo consciente, pensante y despierto.
Rescató fragmento de ciertos libros que me llegan profundamente a mis sentimientos y que espero puedan tocar el alma de muchas personas en el mundo que me leen.

Hoy los estudiantes secundarios del Paraguay, lograron mediante la toma de un colegio República Argentina al inicio, la renuncia de la Ministra de Educación, primer paso para mostrar el camino de que la palabra debe ser acompañada con la acción y que sólo juntos accionando,  podemos lograr volcar una situación de injusticia y exclusión como se vive en la Educacion del Paraguay, excluidos de la posibilidad de ser aptos para una mejor elección para sus vidas y nuestras vidas, un control sobre las opciones de vida que hoy brillan por su ausencia donde la democracia que vivimos sólo ha sido terreno fértil para que la lógica dominante del poder sólo beneficie a una elit social que cada vez esta más enriquecida y monopolizando todos los recursos económicos y beneficios sociales, privatizando la tierra a corporaciones globales. Mientras el resto se debate en la pobreza y extrema pobreza, en las zonas rurales y en los más de cientos de asentamientos urbanos, llamados cinturones de pobreza del gran Asuncion y su periferia, cuando nuestro país es muy rico y genera toneladas de comida para el mundo, en casa de herrero cuchillo de palo.

Mientras Claude Naranjo, en su libro "Character y Neurosis" menciona que: Digamos usando la metáfora de Horney, que venimos al mundo como la semilla de una planta que lleva en si ciertas potencialidades e instintivamente espera la presencia de ciertos elementos en su entorno, como buena tierra, agua y sol. Pág 23.
Es esa condición que no tenemos en Paraguay, por falta de ediucación pública gratuita y de calidad que brilla por su ausencia, contradictoriamente en un país con tanta riqueza natural y tantos jóvenes sin presente ni futuro, fruto de malas elecciones, si malas elecciones en las políticas que deciden nuestro destino. Porque según una cita bíblica, no sólo de pan vive el hombre. 

Y es allí que el libro de Zygmunt Baunman "Trabajo, Consumismo y nuevos pobres", describe detalladamente en su pagina del 120 al 125 y dice asi:
Cuando en algún país del mundo pueda decirse. Mis pobres son felices y no hay entre ellos ignorancia ni dolores; las carceles están libres de presos y mis calles de mendigos. Los ancianos no sufren de necesidad, los impuestos no resultan opresivas...cuando puedan decirse estas cosas, sólo entonces un país podrá jactarse de su Constitución y su Gobierno. Expresadas por Thomas Paine --ayer estaba leyendo y completando con mi hijo de 9 años su libro de Ciencias Sociales y el concepto de quienes gobiernan en una soberanía popular y que es la Constitución Nacional, quienes componen el Estado--

En las primeras etapas de la historia moderna la ética del trabajo tenía la clara ventaja de unir los intereses económicos a las preocupaciones éticas como éstas expresadas por Thomas Paine. Es posible que llevar a los pobres a las fábricas haya servido los intereses industriales y comerciantes incluso que estos intereses hayan reforzado la propaganda en favor de la ética del trabajo; pero el esfuerzo respondió también a la sensibilidad del publico, preocupado, conmovido y avergonzado por la miseria de los sin trabajo, frente a la insaciable sed de mano de obra que vivía la naciente industria en expansión, las inquietudes Morales encontraron una salida legítima y realista en el Evangelio del trabajo. Era una coincidencia histórica entre los intereses del capital y los sentimientos morales de la sociedad.
Pero la situación ha cambiado. El mensaje de la ética del trabajo --aunque en apariencia al menos, continúe vigente. En vez de brindar una salida a los sentimientos morales, se transformó en un poderoso elemento de la versión que a fines del siglo xx, adopta la "adiaforizacion", el proceso por el cual los actos moralmente repugnantes pueden ser liberados de condenas.
"Adiaforizar" una acción es declararla moralmente neutra; o, más bien, someterla a pruebas según criterios no morales, al mismo tiempo que se la exime de toda evaluación moral. En la actualidad, el llamado a la ética del trabajo sirve para aprobar el derecho a recibir la simpatía y la soliradidad del resto de la sociedad. Se piensa que la mayoría de las personas a quienes este llamado se dirija no pasarán la prueba, una vez rechazadas, se podrá suponer sin remordimiento que ellas mismas se situaron, por propia elección, al margen de toda obligación moral. Lo cual no es un logro menor, si se tiene encuenta la presencia universal de los impulsos morales, así como la espontánea sensibilidad ante la miseria, el dolor y las humillaciones del prójimo.
Pero no es posible reprimir por completo el impulso moral; en consecuencia, la expulsión del mundo de toda obligación moral nunca puede ser completa. Aunque se silencia a las concienciascon el continuo bombardeos de informaciones sobre la depravación moral y las inclinaciones delictivas de los pobres sin trabajo, los empecinados residuos del impulso moral encuentran, de tanto en tanto, su vía de escape. Esa salida la proporcionan, por ejemplo, las periódicas "ferias de caridad", reuniones concurridas pero de corta vida, donde se manifiestan los sentimientos morales contenidos, desencadenadas en esas ocasiones ante el espectáculo --me recuerda a teleton-- de sufrimientos dolorosos y miserias desvastadoras. Pero como toda feria y carnaval también esas reuniones cumplen la función de vías de escape, eternizando los horrores de la rutina cotidiana. Esas ferias de caridad permiten, en definitiva, que la indiferencia resulte más soportable; fortalecen, en última instancia las convicciones que justifican el destierro de los pobres de nuestra sociedad.
Como explicó  recientemente Ryszard Kapuscinski uno de los más formidables cronistas de la vida contemporánea, ese efecto se logra mediante tres recursos interconectados, puestos en práctica por los medios de comunicación que organizan estas "ferias de caridad".

    En primer lugar,  paralelamentente a la noticia de una hambruna persistente o de otra ola de refugiados que pierden sus hogares, se recuerda a las audiencias que esas mismas tierras lejanas --alli donde esa gente" que se ve por televisión" esta muriendo de hambre o de enfermedades-- son el lugar de nacimientos de nuevos e implacables empresarios que desde allí se lanzaron a conquistar el mundo los "tigres asiaticos". No importa que esos Tigres sean menos del 1./. de la población sólo de Asia. El dato prueba lo que necesita ser probado: la miseria de los hambrientos sin techo es resultado de su propia elección. Claro que tienen alternativas; pero --por su falta de voluntad y desicion-- no la toman. El mensaje subyacente es que los pobres son los culpables de su destino. Podrían haber elegido, como los "tigres", una vida de trabajo duro y de empecinado ahorro.

En segundo lugar, se redacta y edita la noticia de modo que el problema de la pobreza y las privatizaciones quede reducida a la falta de alimentos. la estrategia tiene dos efectos, se minimiza la escala real de la pobreza ( hay 800 millones de personas que sufren de desnutrición crónica, pero algo así como 4.000 mil millones, uno dos tercios de la población mundial, viven en la pobreza) la tarea de ayudar se limita, entonces, a encontrar alimentos para los que sufren hambre. Pero señala Kapuscinski, plantear así el problema de la pobreza ( como en una nota de Tve Economits, que analiza el hambre bajo el titulo " How yo feed tve world" (Como alimentar al mundo) degrada terriblemente, y casi niega el derecho de vivir en una humanidad plena, a quienes supuestamente se quiere ayudar. La ecuación "pobreza igual a hambre" oculta otras numerosas y complejos aspectos de la pobreza: "horribles condiciones de vida y de vivienda, enfermedades, analfabetismo, violencia, familias disueltas, debilitamiento de los vínculos sociales, ausencia de futuro y de profuctividad". Son dolores que no se pueden suprimir con leche en polvo y galletas de alto contenido proteico, Kapuscinski recuerda que, en sus recorridos por los barrios negros y las Aldeas de África, se cruzaba con niños que le Mendizabal "no pan, agua, chocolate o juguetes, sino bolígrafos, porque no tenían con que escribir en la escuela".
Agréguenos algo mas: "se tiene mucho cuidado en evitar cualquier Asociación entre las horrendas imágenes de hambruna" -que tienen gran éxito en los medios y la tragedia de los pobres acusados de violar la ética del trabajo. Se muestra a la gente con su hambre; pero por más que el televidente se esfuerce, no verá ni una herramienta de trabajo, ni un terreno cultivable, ni una cabeza de ganado en la imagen como sino hubiera conexión alguna entre las promesas huecas de la ética del trabajo, en un mundo que ya no necesita más trabajadores, y los dolores de estas personas, mostrada como vos de escape para impulsos morales contenidos, la ética del trabajo sale ilesa, lista para ser usada nuevamente como el látigo que expulsara a nuestros pobres --los que tenemos en el barrio cercano, aquí a la vuelta de la esquina-- del refugio que, vanamente, buscan en el estado benefactor.
     En tercer lugar, los espectáculos de desastre, tal como son presentados por los medios, sirven de fundamento, y refuerzan de un modo diferente, el constante retroceso moral de la gente común. Además de servir como descarga a los sentimientos morales acumulados, el efecto a largo plazo es que:
   La parte desarrollada del planeta se rodea con un cinturón sanitario de falta de compromiso y levanta un nuevo muro de Berlín, de alcances mundiales, toda la información que nos llega de "allá afuera" son imágenes de guerra, asesinatos, drogas, saqueos, enfermedades contagiosas, refugiados y hambre; algo que nos amenaza seriamente.

Rara vez, y a media voz y desvinculado de las escenas de guerras civiles y masacres, nos llega información sobre los armamentos utilizados; es menos frecuente todavía que se nos recuerde lo que sabemos pero prefeririamos no por. Esas armas que transforman tierras lejanas en campos de muerte salieron de nuestras fábricas, celosas de sus libros de pedidos y orgullosas de su eficacia comercial, alma de nuestra preciada prosperidad. Violentas imágenes de la autodestrucción de esos pueblos de instalan en nuestra conciencia. Son síntesis de "calles malditas" y "zonas prohibidas, representación magnificadas de territorios dominados por pandillas asesinas, un mundo ajeno, subhumano, fuera de toda ética y de cualquier salvación. Los intentos por rescatar acede mundo de su propia brutalidad sólo pueden producir efectos momentáneo, a la larga terminarán en fracaso. Cualquier salvavidas que se arroje será manipulado inexorablemente, para ser transformado en nuevas trampas.
       Entonces hace su ingreso la probada y confiable herramienta de la adiaforizacion: el cálculo sobrio y racionales vistos y efectos. El dinero que se invierta en ese tipo de gente será siempre dinero mal gastado. Y hay un lujo que no podemos dar, como todos coincidirán y es el de malgastar nuestro dinero. No.las víctimas de la hambruna como sujetos éticos, ni la posición que adoptemos hacia ellos representan un problema moral. La moralidad es sólo para las ferias de caridad, esos momentos de piedad y compasión, explisivosce instantáneos pero de corta vida.
Cuando se trata de nuestra responsabilidad colectiva ( la de nosotros lis países ricos) por la miseria crónica de los pobres del planeta, aparece el cálculo económico y las reglas del libre mercado, la eficiencia y la productividad remplazan a los preceptos morales. DONDE HABLA LA ECONOMÍA QUE LA ÉTICA CALLE.
      Salvo que se trate, desde luego, de la ética del trabajo, la única variable que toleran las reglas económicas.
Esta ética no se opone a que la economía priorice la rentabilidad y la eficiencia comercial; por el contrario, son su suplemento necesario y siempre recibido. Para los países ricos del mundo, y por sobre todo para los sectores acaudalados de las sociedades ricas, la ética del trabajo tiene una sola cara. Explican los deberescdecquienes luchan contra las dificultades de la sobrevivencia; nada dice sobre los deberes de quienes lograron escapar de la mera supervivencia y pasaron actener preocupaciones más importantes y elevadas. En especial, niega que los primeros dependan de los segundos y libera a estos, por lo tanto de toda responsabilidad hacia aquellos.
        En la actualidad la ética del trabajo, es esencial para desacreditar la idea de "dependencia". La dependencia se gavtransformado en una mala palabra.
        Se acusa al Estado Benefactor de comentarla, de elevaría al nivel de una cultura que se autoperpetua: y este es el argumento Supremo para desmantelar ese Estado. La responsabilidad moral es la primera víctima en esta Guerra Santa contra laxdependencia, puesto que la dependenciadel "OTRO" es sólo el reflejo de lacresponsabilidad propia, el punto de partida de cualquier relacion moral. y el supesto en que se basa toda accion moral. Al mismo tiempo que denigra la dependencia de los pobres como un prcado, la ética del trabajo,d en su versión actual, ofrece un alivio a los escrúpulos Morales de los ricos.


Obsérvese el vocabulario, construcción, la retórica del discurso que origina y sostiene la idea de clase marginal. Aquí Aulette --a diferencia de la mayor parte de sus menos escrupulosos sucesores-- este autor de dedica a "demoler a la clase marginada"; por el contrario, se aparta un poco para mantener la objetividad y manifestarnos, y de comparece de los héroes negativos de su historia en la misma medida en que la condena 9.

9. En los Estados Unidos, el lenguaje usado generalmente en el actual debate sobre el fenómeno de la marginación coincide en gran medida con la retórica inflexible, sin obstáculos, de Edward Banfield " El individuo de la clase baja vive al día...
El impulso gobierna su comportamiento, o porque no puede autodidciplinarse para sacrificar la satisfacción presente a la futura, o porque carece de sentido de futuro. Es, en consecuencia, totalmente imprevisto, para el no tiene valor lo que no pueda consumir de inmediato. Su gusto por la "acción" esta por encima de todo (E. Banfield 1968), T he Unheavenly citty. T he nature and future of our Urban Crisis. Boston; little Brown p.p. 34-5). Nótese que la diatriba de Banfield contra la "clase marginada" suena como una descripción muy acertada del " Consumidor Ideal" en una sociedad de consumo. En este análisis, como en muchos otros, , "la clase marginada" es el basural donde se arrojan los demonios que acosan al alma atormentada del consumidor.