Nuestra guerra de lograr ocupar el espacio de poder que por ley nos corresponde y desde allí poder cambiar la política hoy secuestrada por el narcotráfico donde políticos ni se preocupan de crear políticas publicas de de desarrollo para los ciudadanos y menos aún para las mujeres invisibilizadas en todos sus derechos, mientras ellos lavan sus dineros del tráfico de organizaciones criminales, delirantes en su palacios, vehículos de alta gama, estancias, helicópteros y yates, mientras nosotras y nuestras familias nos debatimos en una guerra para cubrir el día a día, el costo del transporte, el colegio, la comida del día a día, salud, vestimenta, recreo, alquileres, préstamos. Es una guerra donde nosotras no tenemos acceso a estar en el lugar donde se crean las políticas publicas que puedan ayudar a cubrir la sobrevivencia que por ley el estado debe garantizar según nuestra constitución Nacional en un estado social de derechos. No podemos seguir silenciadas y excluidas del poder político, representadas por criminales protegidos por el poder legislativo y judicial, que no nos representa. Es hora de unirnos y unir nuestras voces para que las mujeres tengan el lugar que les corresponde por derecho propio. Felicidades a la diputada Norma Camacho, decirla que no está sola y que no desperdicie ni un solo día, ni hora ese lugar, ese espacio para luchar por la inclusión de las mujeres a través del impulso y logro de la ley de paridad. Somos soldados de nuestra patria que nos llama al frente de batalla, para lograr vencer o morir en nuestras casas sin políticas publicas para el desarrollo, para una mejor calidad de vida. Es justicia.
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